viernes, 25 de abril de 2014

Futuro incierto para el Centro de Interpretación Arqueológica del Desfiladero de la Horadada

No se si muchos de vosotros conocéis el Centro de Interpretación Arqueológica del Desfiladero de la Horadada (si no lo conocéis, os recomiendo la vista al blog de Zález). Este activo cultural está vinculado los yacimientos de la Antigüedad Tardía y Altomedievales de la fortaleza de Tedeja (ss. VI-XII d.C), la iglesia paleocristiana de Santa María de Mijangos (ss. V-VI d.C.) y los eremitorios de Tartalés de Cilla. Se encuentra situado en la localidad burgalesa de Trespaderne, en un entorno espectacular, plagado de lugares de alto interés patrimonial, no solo arqueológico. Es un ejemplo de la interacción que se ha establecido años atrás entre el Patrimonio Arqueológico y la apuesta por la rentabilización del mismo en un entorno rural. El sitio me trae buenos recuerdos: disfruté de una campaña de excavación en Tedeja. 

Hoy me hago eco de una noticia alarmante que publicaba Diario de Burgos el 10 de abril.  Hace ya tiempo que el centro permanece cerrado y se está deteriorando sin que nadie ponga remedio. El pasado mes de enero el vallado de madera que lo cierra se vino abajo dejando desprotegida la zona expositiva situada al aire libre. El espacio divulgativo, que fue inaugurado en 2002 y supuso una inversión de 416.692 euros, aportados en su gran parte por la Junta de Castilla y León y los fondos europeos que gestiona el Ceder Merindades, se encuentra expuesto así a robos y posibles deterioros. Bien es cierto que en la actualidad es difícil que ninguna administración asuma en mantenimiento de la infraestructura. Pero también lo es que si no se arreglan los desperfectos de este tipo toda la inversión realizada quedará en agua de borrajas.

La desaparición de las ayudas de la Junta de Castilla y León para la contratación de personal en 2010 ha desembocado en la situación actual. Durante 2 años el Centro permaneció cerrado hasta que en 2012 el ayuntamiento de Trespaderne firmó un contrato para la gestión privada del lugar. La afluencia de visitantes no ha sido muy elevada y el negocio no parece ser rentable.

Más allá de la búsqueda de culpables, creo que es conveniente reflexionar sobre el caso. Este Centro ejemplifica un modelo de gestión que no parece haber resultado satisfactorio. Desde mi punto de vista resulta bastante desconcertante. ¿qué es lo que falla? Hay opiniones para todos los gustos. Hay quien ve el problema en la falta de demanda que redunda en inversiones megalómanas a proyectos poco realistas. Hay quienes ponen el acento en el tipo de gestión y compara con otros espacios europeos. Por ejemplo, cuando se visita Francia, los espacios rurales son un hervidero de visitantes que abarrotan todos los lugares ligados al Patrimonio Cultural. El turismo cultural en el país vecino simplemente funciona. Entre otras cosas porque todos los pequeños centros se retroalimentan de tal modo que vayas donde vayas encuentras una oferta abundante para elegir un nuevo destino, una nueva actividad. El caso es que Las Merindades dispone de una gran cantidad de activos culturales y es un foco de atracción para el turismo de este tipo. Entonces, ¿realmente el poder de atracción del Centro es tan bajo? ¿puede ser que no se ha llevado un correcto esfuerzo, con todos los medios actuales, para la visibilización del Centro?

Además de esto, es lógico que nos asalten otras dudas ¿deben estos centros destinarse exclusivamente a la recepción de turistas?. En mi opinión, han de cubrir también otras finalidades didácticas y divulgativas (en la mayor parte de los casos se produce) difícilmente medibles en términos exclusivamente económicos; es decir, mirando solo la taquilla. Esta parte del "negocio", a mi juicio la más importante, es esencial. Es un trabajo callado, a largo plazo, que consigue desarrollar la sensibilidad por estos temas en las personas que desean disfrutar de su Patrimonio. Lo comento porque hay quien piensa que la culpa no es tanto de los gestores como del público español que no "valora estas cosas". Mi experiencia en este sentido es más bien la contraria, pero nunca está de más mejorar el conocimiento y la sensibilidad sobre el Patrimonio. La gente del entorno de los lugares patrimoniales suele ser ávida consumidora de cualquier información al respecto. Los problemas suelen surgir cuando se les sitúa al margen.

Como se puede observar, el tema es complejo y no creo tener una opinión claramente definida. En todo caso, me parece preocupante conocer ejemplos como el del Centro del Desfiladero de la Horadada. Lamentablemente no es un caso aislado y creo que merece una reflexión colectiva. Sobre todo si queremos que el Patrimonio pueda revertir de una manera real y clara sobre el entorno rural.

Y vosotros ¿qué opináis?

2 comentarios:

  1. Si la taquilla falla...todo falla. No sé si será problema de gestión por parte del Ayuntamiento,, de la crisis, que no están los tiempos para la lírica., o simplemente falla la promoción. En cuanto a las finalidades didácticas creo que Cristina lo ha sabido hacer muy bien, incluyendo visitas guiadas al castillo. Quizás sea demasiado simple al pensar que es un problema de divulgación y promoción. La misma señalización desde la carretera deja mucho que desear, para la gente que no lo conozca, con una serrería por medio. Recuerdo a Enrique Díes Cusi decir: que la Junta no pone demasiados problemas en "regalar pianos", pero si pides un pianista...no te lo dan.
    Otro ejemplo que me parece va por mal camino es la apertura a público de la Cueva Palomera (Ojo Guareña) que es demasiado cara la entrada y ahora se han dado cuenta y creo que ya han bajado el pistón, pero tiene mala pinta.
    Aunque sea una anécdota y no vaya al caso, es una pena que no hayan englobado el yacimiento del Monasterio de San Juan de la Hoz de Cillaperlata, pero, claro, son ayuntamientos diferentes. A pesar de todo, la gente del pueblo de Cillaperlata no se ha quedado con los brazos cruzados. Un buen ejemplo.
    A pesar de todo creo que este verano se va a solucionar lo de este Centro de Interpretación. Al menos tengo esperanzas.
    Saludos,

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  2. Estimado Zález, como bien señalas, el problema es complejo. No hay una respuesta simple, sino más bien son muchas pequeñas cosas que interactuan. Pensándolo bien, quizá la propia atomización sea el propio problema. Un ejemplo claro es el que señalas sobre San Juan de la Hoz de Cillaperlata. Como digo en el post, en Francia todos estos centros, yacimientos, lugares, funcionan como una red que se retroalimenta, no solo entre ellos sino también con hoteles, campings, restaurantes, centros de ocio de todo tipo. Bien es cierto que aquí la demanda es menor y hay menos visitantes locales. Por eso la insistencia en la sensibilización a través de las actividades didácticas y divulgativas. Lo que sucede es que los resultados son a largo plazo. Espero que el verano traiga soluciones y buenas perspectivas para todos estos centros. desde luego, si en norte de Burgos, con todo el potencial que contiene, no es capaz de tener tirón, algo falla.

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